Daniel Llamas

¡Hola! Soy Daniel y mi año pasado fue una mierda.

Así de contundente comienzo el texto con el que saludo a cada persona que ha decidido hacer clic en el enlace que he compartido en mis redes sociales. Parece ser que habéis  seguido leyendo porque, en apenas unos días, había recibido decenas de respuestas en la encuesta. La introducción sigue de esta manera:
Hablando con personas de mi entorno, descubrí que también lo fue el de mucha gente y por razones similares, especialmente en torno al plano laboral. Precariedad, ansiedad, incertidumbre, falta de clientes, desmotivación, inseguridad…
Hablando también con ellas, me di cuenta de que compartir los problemas era el primer paso para afrontarlos y un entorno motivado que te anima a superarlos es mucho mejor que un entorno lastimero que se retroalimenta en la mierda.
Así que, a idea de Antonio, al que ya conocéis o conoceréis, queremos montar un «algo». ¿El qué? No lo sabemos. Puede ser un evento, un grupo de whatsapp, un karaoke, un libro o una excursión a la montaña, pero un «algo» en el que nos juntemos varias personas en fases vitales parecidas, de cualquier sector o procedencia, y charlemos, nos contemos las mierdas sin ser juzgadas y nos ayudemos mutuamente en un ambiente de confianza. No hay otro objetivo, el objetivo es el proceso.
Esta encuesta quizá no sirve para nada, sólo quiero saber qué tal estás y qué te preocupa. Luego ya veremos la que liamos y cómo nos conocemos.
 

Vamos con la encuesta

Hace unas semanas decidí crear un simple formulario de Google, el cual sigue activo para cualquier persona que se anime a compartir su situación. Sé que el enfoque de la encuesta está muy sesgado debido a mi situación personal (autónomo, diseñador, madrileño, joven) y que no refleja la totalidad de sensibilidades de las personas que, en ocasiones de forma inesperada, la han ido contestando. Quiero actualizarlo poco a poco para ir corrigiendo las opciones disponibles pero, de momento, consta de la siguiente estructura: Parte 1: Hola, ¿quién eres? Parte 2: Hola, ¿qué es lo que sientes? Parte 3: Hola, ¿cómo intentas solucionas esos problemas? Parte 4: Hola, ¿qué barreras te has encontrado para ello? Parte 5: Hola, ¿cuánto tiempo y esfuerzo le dedicas a pensar y solucionar todo esto? A la hora de diseñarlo, quise crear una suerte de hilo argumentar donde cada persona tuviera una oportunidad inicial de presentarse y contar qué es lo que hace. A continuación, entra en terrenos más emocionales indicando cómo se siente respecto a su situación para finalizar analizando qué barreras y bloqueos percibe en este proceso. Tras varias semanas abierta, sólo puedo agradecer a tantas personas que la habéis contestado. Sinceramente, habéis sido muchas más de las esperadas, lo cual tiene doble lectura: buena, porque os habéis sentido identificadas con mi mensaje, pero mala también, porque quiere decir que existe ese descontento con la situación profesional, además desde perfiles, edades y procedencias muy distintas. He decidido recopilar aquellos resultados que me han parecido más significativos y los muestro a través de esta imagen:

¿Cómo interpretamos todo esto?

Leyéndome no sólo los datos de esta imagen sino el conjunto de porcentajes obtenidos, he intentado extraer una serie de conclusiones haciendo especial hincapié en posibles contradicciones entre ciertas respuestas, que pueden ser un buen punto de partida desde el que analizar la situación: Conclusión 1. Más de la mitad de las personas sienten que han perdido mucho tiempo estudiando cosas que a la hora de la verdad no le han servido apenas de nada… pero a su vez la mayoría de las personas también creen que la solución a su situación puede pasar por formarse más o mejor. Mi análisis: Esta ha sido la primera aparente contradicción que me ha llamado la atención. Creo que merece debate aparte sobre el estado actual de la educación universitaria en nuestro país, donde hemos llegado a un punto en el que parece que elegimos ciertas carreras o másteres sólo por cumplir un mínimo y no quedar peor que el vecino, y que tenemos que pasar esas etapas hasta que ya elegimos la formación que realmente nos llena y con la que aprendemos. Ya sabemos que en muchas aulas universitarias existe una enorme desconexión con lo que espera en el mundo laboral real y ese salto suele ser demasiado brusco, para pasar de la cultura de premiar el esfuerzo hacia la de premiar los resultados. Personalmente, esta transición fue algo que a mí me costó bastante gestionar.   Conclusión 2. Un alto porcentaje no saben cómo conocer gente nueva en su sector y estar al día de todo lo que sucede en él pero, en cambio, muy pocas buscan mentores que les puedan orientar precisamente en este tipo de cuestiones. Mi análisis: Para entender este punto habría que definir muy bien a qué llamamos «mentor». No hablamos del genio de la lámpara dispuesto a hacer tus deseos realidad. Al final, es una persona, con experiencia en un sector determinado, quien además siente la vocación de ayudar a aquellas que están empezando, especialmente con aprendizajes transversales, las soft skills. El mentor debería ver este proceso como una oportunidad con la que seguir aprendiendo de las nuevas generaciones y como una inversión a largo plazo para formar a los que serán sus socios en unos años. Para ello, es clave que haya una recompensa justa y progresiva al trabajo del aprendiz, que no debería caer en la precariedad con la que ciertas empresas se aprovechan de los más desorientados para ganar en mano de obra sin aportar un aprendizaje real a cambio.   Conclusión 3. Hay un sentimiento generalizado de falta de confianza y de menosprecio hacia las propias habilidades, siendo varias de las principales barreras que impiden conseguir los objetivos. Sin embargo, luego se hace mucho más hincapié en el hecho de que los clientes o empresas no aprecian nuestras capacidades. Mi análisis: Aquí me parece curioso el hecho de que nos quejamos constantemente de que las empresas no nos valoran pero, a su vez, somos los primeros que no nos valoramos. Hay que aprender a diferenciar lo que somos de lo que sentimos que somos. En los casos en los que la persona está realmente cualificada para un trabajo, hablamos entonces de una cuestión de confianza y aprender a vender estas cualidades. En los casos donde existe una falta de capacitación real, en lugar de mirar al cliente, deberíamos potenciar la autocrítica constructiva para identificar nuestros puntos débiles y qué mecanismos debemos aplicar para compensarlos (como por ejemplo, mediante formación y mentores precisamente).   Conclusión 4. Un alto número de personas trabajan muchas horas por poco dinero o, al menos, del que sienten justo, llegando a trabajar gratis en determinadas ocasiones, porque hay una imperiosa necesidad de coger experiencia a toda costa. Por otro lado, la presión económica o del entorno social no es una barrera tan alta como podría percibirse. Mi análisis: Este es un tema que me es especialmente complicado de desarrollar. Por supuesto, cada persona vive en unas condiciones muy particulares que son imposibles de reflejar mediante una mera respuesta genérica. Pero, de la misma forma que las restricciones fomentan la creatividad, hay ocasiones en las que la necesidad agudiza el ingenio de cómo ganar (y generar) dinero. En mi caso personal, he tenido la suerte (o no) de contar con varios paracaídas que me han permitido experimentar durante estos últimos años pensando en el largo plazo, pero esto ha sido un arma de doble filo porque me ha convertido durante bastante tiempo en una persona poco ambiciosa económicamente y procrastinadora inversa. Pienso que, si en un principio hubiera necesitado con mayor imperiosidad el dinero, habría eliminado el ruido de todas estas etapas de una forma mucho más atinada.   Conclusión 5. En general, la mayoría de las personas están aceptablemente motivadas, sienten que están en el sector adecuado y en un lugar con oportunidades pero, sin embargo, no llegan a conectar y rentabilizar su relación con empresas o clientes.  Mi análisis: A modo de resumen de todo lo anterior, creo que no es atrevido afirmar que están sucediendo cambios en el mundo profesional respecto a hace 50, 30 o tan solo 10 años: nuevas formas de comunicarnos, nuevas herramientas, una evolución de la sociedad… en definitiva, una nueva forma de trabajar, con sus ventajas y sus problemas. Hay empresas que llevan años haciendo lo mismo que en su día les funcionó y se muestran reacias a enfrentarse a estos cambios, mientras que otras han aprovechado el filón de la llamada «transformación digital y cultural» para mantener su competitividad. Ahora bien, creo que sería irresponsable por nuestra parte dejarle todo el protagonismo (y la culpa) a las empresas y que este proceso debería nacer también de cada persona de manera individual.  

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¿Y ahora qué?

¡EVENTO MASTERMIND!

Vamos a organizar un evento el próximo sábado 15 de junio en Madrid (zona Chamberí), donde empezar a activarnos. Estará diseñado y dinamizado por Marian Blanco, Antonio Pinar y por mí. Le llamamos así porque este formato consiste en un grupo de profesionales que se reúnen para ayudarse mutuamente en torno a un tema. Si no os gusta el nombre, ya pensaremos uno, hay tiempo pa’ to’  

¿Para quién es?

Si has leído mis posts en redes sociales, luego has contestado a la encuesta, has mostrado interés en qué pasaría después, has llegado hasta esta página y te has leído los resultados, probablemente el evento sea para ti, así que sigue leyendo. Si acabas de aterrizar en la última parte y no sabes de qué va esto, necesito que primero hagas la encuesta y vayamos hablando. 😉  

¿De qué va?

El objetivo del evento es juntarnos durante un día (de 11h-18h apróx) varias de las personas que respondimos la encuesta, con inquietudes, anhelos y frustraciones laborales similares, para conocernos todas, compartir cada situación personal en un ambiente de confianza y crear de forma conjunta próximas acciones entre todo el grupo.
  • Sólo personas bonicas.
  • Bonicas y con ganas de hacer algo, aprovechar la experiencia, que para eso lo hacemos!
  • Vas a conocer gente pero no es un evento de networking, así que déjate las tarjetitas en casa.
  • Todas seremos protagonistas, pero no vengas con ganas de serlo.
  • Tenemos diseñado el contenido en base de diversas dinámicas, todo muy activo, no te vas a quedar en una silla escuchando. 
  • Por mi profesión, habrá personas diseñadoras jóvenes, pero buscamos variedad de profesiones, edades y procedencias.
  • Importante, aunque el evento lo organicemos profesionales del coaching o del design thinking, todo es a título personal sin ninguna búsqueda de lucro económico.
  • Odiamos los dramas, así que sólo te dejamos lastimear un rato, luego hay que ponerse las pilas!!
Vale, quizá no te estamos diciendo el contenido exacto, pero… ¿lo necesitas? Confía en nosotros, estás en buenas manos. 😉  

¿Qué puedes conseguir?

– APRENDER. Los demás vamos a aprender de ti y tú aprenderás de los demás. – INTELIGENCIA A GRANEL. Piensa que vas a tener a un montón de gente pensando para ti, contigo y tú con ellos. – APOYO EMOCIONAL. Vamos a formar un grupo de personas que nos sentimos como tú. – COMPROMISO. Si todas estas personas vamos un sábado por la mañana es porque de verdad creemos que puede salir algo positivo. – CONFIANZA. No nos vamos a juzgar, así que no te cortes, vas a proponer todo lo que quieras, para crear nuevos canales, acciones, estrategias… – DIVERSIÓN. No estamos dando clase, vamos a hacer el tonto, crear, charlar y comer, tiene que ser un día de la hostia. – ACTUAR. ¿Te suena el típico evento de un día donde todo el mundo se lo pasa muy bien y hace piña pero al día siguiente todo se ha muerto? Pues queremos que esto sea el primer paso para seguir haciendo más cosas. – Puedes empacharte a patatas bravas, puedes enamorarte, puedes aprender a bailar, puedes empezar a liderar el grupo, puedes recomendarle el evento a tu abuelo, puedes querer quedar con nosotros todas las semanas… ¡pueden pasar muchas cosas!

¿Qué tengo que hacer?

Lo primero, contestar la encuesta. Bien. Luego, esperar a que te escriba o insistirme por algún lado para que te pase el enlace de inscripción. Tampoco deberías necesitar un planning detallado pero, si te puede la curiosidad, pregúntame lo que quieras. 😉