A las alturas que estamos, parece evidente que trabajar con una mentalidad ágil, estar digitalizado o buscar un impacto positivo a la sociedad deberían ser obligatorios para que una empresa esté adaptada al mundo contemporáneo.
Sin embargo, en Macedonia nos hemos dado cuenta de que muchas empresas tienen otros problemas en el día a día que impiden desarrollar esta visión más global y directamente todas estas historias suenan a fantasía y a cuento.
Lo peor es que, por culpa de este mal entendimiento, están perdiendo oportunidades muy valiosas de actualizar sus estrategias internas, de crear nuevas experiencias para su público y de comunicar todo esto con valor.
Durante el pasado año nos propusimos comprender cómo diferentes tipos de organizaciones entienden asuntos como la innovación social o cultural y cómo suelen trabajar junto a sus comunidades de empleados, usuarios o vecinos.
Para ello, estuvimos hablando con decenas de representantes de empresas, startups, museos, universidades y administraciones, de diferentes sectores, ciudades y tamaños.
Y aprendimos un montón.
Con toda esa información hemos montado un informe, donde hemos querido contar nuestros aprendizajes de una forma comprensible, sencilla y provechosa. En él tocamos estos temas:
En concreto, explicamos:
Si es la primera vez que oyes el término INNOVACIÓN CULTURAL y quieres leer nuestras conclusiones, descárgate el informe. Ojalá sea tu primer paso de un nuevo camino.