Una vez leí la frase «strong opinions, loosely held», que viene a decir «donde dije digo, digo Diego» y me siento identificado.
Habrá quienes me llamen chaquetero de opinión. La realidad es que estoy tan abierto a que me lleven la contraria, que es probable que un día os hable de un tema y varios meses después defienda otra postura.
Sólo por ver estos tumbos merece la pena que te apuntes.
Por esa misma razón, a pesar de que dicen que soy diseñador, es más habitual que te hable de psicología, sociedad, gamificación, estadística, apocalipsis o cualquier otra cosa que haya despertado mi promiscuidad intelectual.
Además, como son temas de los que apenas tendré idea, los contaré con la ilusión de un niño que abre un regalo de Reyes. Quiero compartir aquellas cosas que me vuelan la cabeza.
En resumen, mi especialidad es hablar de frikadas y enlazarlas con una anécdota o un aprendizaje a nivel laboral. Ah, y me gusta rajar. Sobre todo cuando me sirve de excusa para reflexionar.
Antes me daba vergüenza que me leyerais, ahora fíjate.
Déjame tu correo, prometo que lo cuidaré bien.
Al fin y al cabo, ¿a quién no le va a gustar una historia sorpresa?